Carta para mis amigas

A mis amigas...

De unos años para acá cuando conocí de manera cercana como la vida se acaba

así sin más, decidí celebrar la vida como lo que es, un regalo de Dios, con sus

altos y sus bajos, con sus victorias y perdidas….

Cada año cumplido ha sido una temporada y esta última temporada ufff creo que se vino como prueba para hacerme confrontar con las lecciones aprendidas y no aprendidas que la vida me fue poniendo durante estos treinta y alguito de años. Las personas que llegaron y decidieron quedarse y las personas que llegaron y decidieron alejarse han marcado definitivamente un antes y un después en la persona que soy hoy en día.

Nunca es fácil entender que cada espacio que Dios permite en nuestra vida tiene

un propósito, nunca es fácil entender que cada relación fracasada, cada persona

que deja de encajar en tu vida significa la mano de Dios guiándote hacia lo que si

debe permanecer.

Nunca es fácil tomar la decisión de hacer grandes cambios y salir de nuestra zona de confort pero solo hasta que tomas la decisión de hacerlo es cuando descubres que más allá de tus pensamientos limitantes hay todo un mundo nuevo por recorrer, con nuevas personas, nuevas formas de trabajar, nuevas formas de hacer dinero y sobre todo, nuevas formas de aplicar en la vida las lecciones dejadas por todo aquello que quedo atrás.

Mi yo hace un año jamás imaginaria todo lo que está pasando el día de hoy en su vida y jamás imaginaria que entregarle su vida a la voluntad de Dios la llevaría a recorrer los caminos que hoy está recorriendo. Y que haber pasado por esos momentos tan bajos y tan difíciles de asimilar tendrían un solo propósito y es el de destruir lo que estaba siendo y lo que tenía, y construir una nueva versión de un yo no muy diferente pero completamente mejorado.

Más allá de todos estos caminos siempre hay algo que permanece y a pesar de

que siempre se va transformando con los años, no se asusta, ni se va, ni te

abandona y es la amistad.

Considero que no hay forma de celebrar una vida sin agradecer y enaltecer a esas personas que pase lo que pase siempre quieren quedarse, sin lazos de sangre que nos obliguen, sin conveniencias que nos aten ni absurdas etiquetas que nos juzguen y eso son uds mis amigas, las que permanecen, algunas más tiempo que otras pero son las que aun en los momentos más difíciles levantaron la mano y dijeron, ey acá estoy!

Espero de alguna manera siempre ser ese apoyo, esa voz, esa cura al corazón en la vida de ustedes como ustedes lo han sido en la mía, gracias infinitas por no rendirse conmigo como muchas personas lo hicieron, gracias infinitas por no asustarse con mis sombras, gracias infinitas por ser luz en cada paso, cada una tan única, cada una tan autentica, cada una desde su perspectiva completándonos como un rompecabezas destinado a encajar sin importar lo complicado que fuese.

Hoy en día sigo sin entender las mujeres que a voz abierta gritan que no existe la

amistad entre mujeres, que no hay apoyo ni complicidad y que cada paso lo

vuelven una competencia, sigo sin entenderlo porque a mi vida han llegado

mujeres tan puras, tan sabias, tan poderosas, ton nobles, tan consideradas, uds

me han demostrado que el amor en la amistad es transparente, constante y lleno

pero lleno de comprensión.

Gracias a uds amigas jamás podría decir que otras mujeres son competencia o traición porque desde su lealtad vivo diariamente el apoyo femenino que le deseo a cada mujer en el mundo.

Mi vida con ustedes ha sido hermosa, gracias por ser y sobre todo por dejarme

ser,

Las amo.